El Colegio de Graduados en Antropología de la República Argentina observa con suma preocupación la postergación de las soluciones que debieran implementarse para resolver las demandas de los pueblos Qom, Pilagá, Wichí y Nivaclé, muchos de cuyos representantes acampan desde hace más de seis meses en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires esperando una respuesta concreta del Poder Ejecutivo. El “acampe” es una herramienta de visibilización elegida por ciudadanos desesperados, y tiene altos costos en relación a la salud, el riesgo vital, el cuidado de los niños. A ello se suma la marginalidad impuesta, que sumada a la indiferencia pública del gobierno, alienta a quienes desean generar nuevos incidentes de violencia. Habiendo escapado de la persecución y la muerte en Formosa, se han encontrado en Buenos Aires con nuevas formas de violencia, además de las enfermedades, el hambre y la inclemencia climática.
Entendemos que frente a la ya conocida disputa por el territorio y los recursos naturales que amenaza hoy a los pueblos originarios en todo el país, los gobiernos nacional y provinciales deberían asumir la responsabilidad de respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes, y usar todos los recursos a su alcance para frenar la violencia genocida.
Como profesionales comprometidos reclamamos al Estado que arbitre todos los medios a su alcance en tiempo y forma, para que estas personas puedan retornar a sus hogares. Hacemos responsables a los hombres y mujeres que representan al Estado Nacional y al de Formosa por las garantías debidas a estos hombres, mujeres y niños, no sólo en la concreción de acuerdos que permitan avanzar en sus demandas, sino también en el proceso de su estadía en el acampe, y en breve, de su retorno al territorio.