Bariloche, 1 de diciembre de 2011
Abuso de poder por parte del Rector de la UNRN
Nosotros, docentes de la Universidad Nacional de Río Negro, queremos manifestar nuestra profunda consternación e indignación frente a los manejos institucionales autoritarios que, por fuera de toda norma y principio de funcionamiento de una Universidad Nacional Pública, viene llevando adelante el Rector Lic. Juan Carlos Del Bello.
En los últimos días, dos directores de las tres Escuelas que funcionan en la Sede Andina, junto a la mayoría de los coordinadores de carreras elevaron una carta, dirigida al Vicerrector Lic Raúl Moneta Aller. En la misma expresaron inquietudes y solicitaron explicaciones debido a diferencias encontradas entre lo publicado en la reciente convocatoria a concursos de cargos docentes y lo que fuera oportunamente planteado como necesidad por coordinadores y directores de escuela.
Ante esto, la respuesta del rector Del Bello fue enviar un mail a todos los docentes de la sede andina el 25 de noviembre en el cual se amenazaba a los firmantes de dicha carta sosteniendo que, de no retractarse, quedarían inmediatamente relevados de sus cargos.
El día miércoles, el Vicerrector Raúl Moneta Aller, quien reside en la ciudad de La Plata, se hizo presente en la Sede, lo que constituye una excepción dado que está permanentemente ausente. Ante la sorpresa de gran parte de la comunidad universitaria citó uno por uno a varios de los firmantes de la carta antes mencionada, con el objeto de comunicarles el relevamiento de sus cargos haciendo, de esta manera, efectiva la amenaza enunciada por el Rector.
De esta forma, entre el día miércoles y el jueves fueron relevados de sus cargos la Directora de la Escuela de Humanidades y Estudios Sociales; el Director de la Escuela de Producción, Tecnología y Medio Ambiente; la Coordinadora de la carrera de Diseño Artístico Audiovisual; el Coordinador de la Licenciatura en Arte Dramático; la coordinadora del Profesorado en Lengua y Literatura.
Entendemos esto hechos como una represalia que apunta a que aceptemos sumisamente el avance de la precarización de nuestras condiciones laborales, lo cual afecta el normal desempeño de nuestras actividades de docencia y de investigación.
Ante la gravedad de los hechos mencionados, los docentes, en nuestro legítimo derecho de expresar nuestras opiniones y/o discrepancias, consideramos que el accionar del Rector a través de su Vicerrector en la Sede, implica un ejercicio discrecional de sus funciones que atenta contra los mecanismos de funcionamiento propios de una institución pública.
– Que abra los canales de diálogo necesarios para resolver la situación planteada.
– Que restituya a los docentes en sus cargos de gestión
Por último, afirmamos que la efectiva participación de los diferentes actores involucrados en la vida universitaria (docentes, estudiantes y personal técnico de apoyo) constituye una condición esencial para construir esta Universidad como una herramienta que contribuya al desarrollo de la comunidad en general. Sólo así la normalización de la Universidad Nacional de Río Negro será un hecho posible y no una expresión de deseo, ni un artilugio retórico que encubra drásticas prácticas de disciplinamiento cargados de violencia simbólica.